El pasado 22 de Febrero, la gala de los Oscar tuvo lugar en el Kodak Theatre de Los Angeles. Los premios, que para servidor han sido injustamente benevolentes con la 'Slumdog Millionaire' de Danny Boyle, son el fruto de meses de trabajo de selección de las películas presentadas por cada productora y de organización, envío, recepción y contabilización de la votación de los más de 5.800 miembros de la Academia de las Artes y de las Ciencias Cinematográficas, cuyo resultado será el que los presentadores de la gala pronunciarán ante el júbilo del auditorio y el gozo del oscarizado.
Por tanto, considero oportuno realizar una telescópica vista de pájaro de todo este proceso previo a la entrega del premio:
1. El momento de la selección:como dice Ignacio Darnaude, vicepresidente ejecutivo de marketing internacional de Sony Pictures, la historia de Hollywood está llena de "grandes interpretaciones que han pasado desapercibidas, o por falta de apoyo del estudio a la película, o porque el actor o actriz no han hecho la campaña y el arduo trabajo que se necesita para que los votantes de la Academia vean su interpretación".
La organización de los Oscars consta de un largo proceso de trabajo que se inicia en el mes de noviembre, cuando las grandes empresas cinematográficas y los distribuidores importantes envían sus películas a la Academia con el fin de que sus productos sean vistos por cada uno de los miembros.
Ya delimitadas las cintas con opciones a aparecer nominadas, y habitualmente dando comienzo a la temporada de estrenos de estos films (pese a que en España ésta suele trasladarse a Enero por razones obvias de doblaje y distribución), es el momento de intensificar las campañas publicitarias y de marketing para promocionar estas películas así como a todo su aparato y personal técnico y artístico. En estos momentos no hay tanta diferencia entre un candidato a ganar un Oscar y un candidato a la presidencia. Según un contrato que puede ser explícito o implícito, la estrella tiene que recorrer programas de televisión, responder a todo tipo de entrevista con una sonrisa en la cara y acudir a todo tipo de fiestas, eventos y festivales de cine, como el de Palm Springs que se celebra a mediadios de Enero, o los ya más tardíos NBR, BAFTA y Globos de Oro (en los que, para entonces, las nominaciones ya estarán fijadas). Hacerse ver es fundamental: se tiende a preferir la saturación cuantitativa al cuidado cualitativo; la competencia es mucha y no es fácil permanecer en la retina.
Ídolos renaciendo (Robert Downey Jr. o Mickey Rourke), nuevas sophias lorens del S. XXI (Penélope Cruz), coloridos desfiles de niños del tercer mundo (Slumdog Millionaire), fanfarronerías conyugales (Brad Pitt y su Angelina Jolie)... En fin, en esta etapa se aprovecha todo.
Sin embargo, todas las prácticas no están permitidas. Por ejemplo, está prohibido que los estudios organicen fiestas -y mucho menos bacanales- con los actores o manden regalos "bienintencionados" a los miembros de los Oscar. Lo más recurrente: invertir fortunas en publicidad en revistas especializadas como "Variety" o aparecer en revistas de moda, regalar las películas en DVD (no como obsequio, sino como material de apoyo) al mayor número de votantes. Si la peli en cuestión es de habla no inglesa, un documental o un corto, se debe arrastrar a todos los académicos posibles para que vean todas las películas candidatas en esas categorías. Si se saltan una sola de estas categorías (especiales en cuanto al sistema de voto), pierden el derecho a voto.
2. Recuento de los votos:una vez presentadas las nominaciones a finales de Enero o en la primera semana de Febrero, pertinentemente realizada por los seleccionadores designados, comienzan las votaciones. En el caso de este año, el día 29 de Enero partieron los 5.810 sobres desde la sede de la Academia, situada en Beverly Hills, destinados a las diferentes direcciones en 31 países de los miembros académicos. El contenido de dicho sobre: una sencilla hoja de papel que contiene alfabéticamente los nombres de los candidatos, ordenados en 24 categorías.
Las votaciones se hacen por gremios, es decir, los maquilladores votan a los maquilladores nominados, los actores a los actores, guionistas a guionistas, etcétera. Esto restringe las votaciones a grupos más o menos reducidos. Por ejemplo, 375 directores son los que seleccionan al ganador en esta categoría. Excepto para el premio a la mejor película, en donde participan todos los 5.810 miembros. Éstos tienen que marcar sus elegidos y devolver las papeletas antes del 17 de febrero a PriceWaterHouseCoopers (PWC) para que empiecen a contar.
Existe otra excepción: tanto en las nominaciones como en la decisión definitiva, los filmes extranjeros, los cortometrajes y los documentales se rigen por otro sistema. Cuatro comités, de unos 70 a 80 miembros de la Academia, se reparten el visionado de una cuarentena de películas, de las que sale una lista de preseleccionados. A partir de ésta, un comité de supervisores (elemento introducido en las últimas ediciones), se encarga de redactar la lista final.
El encargado de supervisar todo el proceso es la empresa PriceWaterHouseCoopers (PWC). Esa agencia se ha encargado desde hace 75 años de procesar los votos de los Óscar y mantener en secreto los nombres de los vencedores, una información delicada que sigue manejándose de forma tradicional por temor a posibles filtraciones.
Únicamente dos personas, Brad Oltmanns y Rick Rosas, responsables de PWC en Los Angeles, eran los sabedores de los nombres de los que se llevaron la estatuilla oficialmente en la ceremonia que tuvo lugar el 22 de febrero. Como medida de precaución Oltmanns y Rosas cumplen con el ritual de memorizar el nombre de los galardonados. Bruce Davis, presidente de la Academia, insistió en lo cuidadoso del proceso:
"El recuento lo hace gente con papel y lápiz porque no queremos que esos datos estén en un formato que alguien pueda piratear y reventar todo el programa sabiendo quién gana los premios dos días antes"
El sistema de recuento no es para nada simple, puesto que sigue el sistema preferencial. Por este motivo, es de vital importancia establecer el orden de favorita a la que menos. Lo que cuenta es el rango: grosso modo, los aparecidos en primer "puesto" se van contando por pilas separadas, si en caso de no existir un vencedor con una mayoría absoluta, se hará otra vuelta con las segundas opciones, etcétera. Por eso, aunque el miembro de la Academia valorase otras películas y, por qué no, acumulase más votos pero en puestos menos altos, la película ganadora suele ser la que aparece con mayor frecuencia en las dos primeras posiciones. Empleado en política, este sistema se considera más democrático y permite que gente pueda votar para un tercer partido en países que tengan un gobierno bipartidista. Aquí, sin embargo, puede conseguir que aquellos filmes colectivamente más arraigados y preciados, se vean fagocitados por los que más impacto haya infligido en un colectivo mucho menor (caso que creo se ha dado con la ganadora de este año, Slumdog Millionaire).
Los resultados nunca se llegan a conocer. Nadie supo cuál fue el segundo filme más votado, aquél que quizá perdiera por dos votos. Excepto esos dos hombre de PWC, ya mencionados (Rick Rosas y Brad Oltmanns), que en un momento de la gala de los Oscar siempre aparecen embutidos en un smoking y que enseñan su maletín negro impoluto a las cámaras. La curiosidad asalta hasta al presidente de la Academia:
"Claro que me gustaría conocer el orden final en el que quedaron las películas. Es pura curiosidad."
El diario Público sale a la luz el 26 de septiembre de 2007, tanto en su edición impresa como en la digital. Perteneciente al grupo Mediapro, cuyos principales accionistas son Jaume Roures y Tatxo Benet. Dirigido principalmente a la juventud, sus precios comenzaron siendo comparativamente baratos, siendo su precio de 50 céntimos de lunes a jueves, 1 euro los viernes y sábados, y 1,50 € en la edición del domingo. Sin embargo, debido a la crisis de la prensa diaria en papel, estos precios se han visto alterados desde el inicio de la última campaña (alrededor de Octubre) subiendo medio euro en proporción el precio de salida, ya hace un año y medio.
Pese a que la versión digital funciona bastante bien dado el poco tiempo de existencia, la edición en papel ocupa un puesto bastante bajo en el ranking elaborado por el AIMC en su Estudio General de los Medios (EGM), desplazándose hasta el 28º puesto de los periódicos de tirada diaria (incluyendo los deportivos y los regionales) con una estimación de 169.000 lectores diarios para el periodo de Febrero a Noviembre de 2008.
El grupo Mediapro también es la propietaria de la cadena televisiva LaSexta, canal que comenzó sus emisiones el 27 de marzo de 2006 y que aparece como la segunda cadena generalista que ha visto la luz en nuestro país durante la primera legislatura del PSOE de Zapatero, tras Cuatro, canal perteneciente al, políticamente afín del PSOE, Grupo Prisa. laSexta, abanderada como la televisión de los jóvenes por su gran contenido de programas cómicos y series extranjeras, así como por apropiarse, de modo un tanto dudoso dadas las circunstancias y lo poco consolidado de su temprana andadura, de eventos deportivos de primer nivel (Mundiales de Fútbol Alemania 2006, las temporadas de liga -desencadenando la "guerra del fútbol"- y de la Fórmula 1). Las "malas" lenguas opinan que este beneficio viene dado por los favores que el Gobierno ha adquirido con ambas cadenas como valedoras de su causa partidista y como modo de introducir y acelerar algunas propuestas políticas como las del "apagón analógico" (es difícil captar la señal de laSexta, que no imposible, mediante receptores aéreos, siendo su forma de transmisión natural la de los dispositivos de TDT).
El periódico de Mediapro, acusado de lo mismo, oséase, de aparecer como medio agresor de la oposición política del Gobierno por la supuesta moderación al respecto que estaba profesando El País, es revelador observar cómo Público arrancó, en una mala época para la aparición de nuevos periódicos, quedando poco más de medio año para las elecciones generales del 2008.
En cuanto a su ideología manejada se encuadra a Público en la izquierda socialista y progresista, con la premisa de estar al servicio del lector y no venderse ante nadie: "No hacemos un diario contra nadie, pero sí que tenemos un compromiso con el lector". Sin embargo, la editorial no existe, por lo que esta ideología se verá reflejada con unos nombres y unas caras que la acompañen y que, presumiblemente, pertenecen en muchos casos a gente que pertenecían a medios de orientaciones contrastantes, ya que desde la fundación del periódico se metió en ficha a anteriores componentes de periódicos más dirigidos a la derecha política como ABC o El Mundo. En palabras de Ignacio Escolar (director del periódico hasta el 13 de enero de este mismo año):
Público no tendrá editoriales porque, en mi opinión, una sociedad anónima no puede tener opinión sobre nada. Las opiniones son de las personas físicas, no de las personas jurídicas, que –más que opiniones- lo que tienen son intereses. El editorial es una figura periodística que tenía sentido en el siglo XIX, cuando la opinión no era libre y a veces era necesario parapetarse tras la cabecera del diario, desde el anonimato, para opinar con mayor libertad. Ahora no tiene sentido. En otros países, como Italia, no es tan novedoso que un diario no lleve artículo editorial.
Con un formato tabloide y a todo color, es en los elementos visuales donde la línea editorial se apoya con mayor fuerza. Portadas copadas por una sóla noticia que se expande por toda la primera plana, en las que enormes fotografías (normalmente confeccionadas a partir de las técnicas de fotomontaje), imprimen en ésta un elevado carácter sensacionalista y que, se defienda quien quiera, son herederas del amarillismo y del sarcasmo empleados como reclamo venal. Sin embargo, en declaraciones de componentes del diario se han referido al respecto de éste modo:
Hay quien confunde los titulares atractivos y la puesta en página moderna con el amarillismo. En muchos países, por ejemplo, a los amarillos se les llama tabloides porque este tipo de diarios salían, hasta hace nada, en este formato frente a los serios, que eran en formato sábana. Una cosa es la forma y otra el fondo. Una noticia no es más seria si está escrita en columnas largas y apretadas y en blanco y negro. Queremos ser ágiles y modernos, pero no sensacionalistas ni poco rigurosos.
Las promociones que Público ofrece, normalmente de modo gratuito, suelen ser bastante atractivas. Sobre todo destaca la promoción de DVD asentada en los viernes, aunque en un principio se entregara los miércoles, entre las que se encuentran frecuentemente joyas del 7º arte. Esta necesidad de apoyarse en las promociones se estrecha más que en otros periódicos por el hecho de no poseer suplementos semanales. De nuevo, el primer director del diario Ignacio Escolar expone los motivos:
No creo en los suplementos. Es la manera que tienen los diarios de crear guetos semanales para esa información que no les cabe en el día a día. En Público tendremos mucha cultura: seis páginas diarias. Entre ellas, habrá al menos una página diaria sobre música, otra sobre cine, otra sobre letras y otra sobre historia.
En la versión digital del medio, por otra parte, además de disponer de enlaces a PDF con el contenido íntegro de la de papel, se emplean con asiduidad las herramientas propias de Internet: vídeos, interactividad, navegabilidad, hipertextualidad... Pese a que la calidad y la cantidad de material colgado no es similar al de los grandes periódicos tradicionales (y con esto me refiero a El Mundo y El País), es cierto que el dinamismo de Público.es la hace bastante atractiva, sobre todo para el lector joven.
No obstante, en los últimos tiempos hay indicios de que la atención del medio está tendiendo a inclinarse más en favor de la versión digital que en la de papel. Para empezar, las iniciales 64 páginas de las que constaría el diario se han visto reducidas a 56, con una consecuente reestructuración en la articulación de las secciones (la contraportada ahora no es de deportes). En contraposición, la cantidad de noticias se han visto incrementadas a lo largo del tiempo en la página web. Asimismo, la constancia en los estratos jerárquicos más altos de la redacción es fluctuante cuando, en año y medio, varios de los principales cargos han cambiado de nombre vinculado, destacando sobre todo la marcha del inicial director general Juan Pedro Valentín y del ya mencionado Ignacio Escolar.
Áreas Íñigo Sáez (jefe de redacción) Carlos Enrique Bayo (Mundo) Manuel Rico (Política) Juan J. Gómez (Actualidad) Amparo Estrada (Dinero) Patricia Fernández de Lis (Ciencias) Peio H. Riaño (Culturas) José Miguélez (Deportes) Jon Barandica (Fotografía) Luz Sanchis (Ediciones) Bernardo Gutiérrez (reportajes) Pere Rusiñol (adjunto a la dirección)
Desde el mismo momento de su creación, a internet se le han intentado atribuir funcionalidades que suplan y simulen todos los procesos y etapas de la actividad humana. Informarse, comunicarse, divertirse, buscar trabajo, hacer la compra y, por supuesto, relacionarse en busca de amistad, conversación o amor. Para cubrir todas estas necesidades inherentes al ser humano es por lo que un fenómeno cada día es más fomentado por sus creadores y más popular entre los internautas: las redes sociales.
En una entrevista efectuada al profesor de la Universidad de Navarra José Luis Orihuela sobre este fenómeno, éste resume y destaca de modo básico el por qué de su existencia y su éxito.
Sin embargo, el ámbito en el que se suceden las más curiosas anécdotas es en el del mundo amoroso. Son innumerables los casos en los que unos novios, el día de su boda (al hablar un poco sobre su pasado y futuro, del cómo ha sido este tiempo y las virtudes de cada uno que han llevado al otro a fijarse en él), confiesan haberse conocido por la internet. También son numerosísimos los casos de parejas virtuales que, viviendo a kilómetros y kilómetros de distancia, se ven de pascuas a ramos o, simplemente, aún no se conocen en persona. Justamente por lo anterior, muchos también han sido engañados con fotos y palabras melosas para cuando, en su sorpresa, se dan cuenta de que tal persona era más fea o más horrible que lo esperado o, aún peor, que era un amigo que te estafaba o un desconocido que se echaba unas risas a tu costa.
Al respecto, existe este vídeo que parodia este ineliminable interés por aparentar ser una mejor y más bella persona, mediante un brusco brote de sinceridad del usuario.
Por todo esto, el amor por internet no es ni de lejos el mejor y más seguro método de conseguir a tu media naranja pero, eso sí, te permite multiplicar exponencialmente las veces en las que lanzar el anzuelo, acrecenta el número de personas a las que conoces y, además, te evita la realización en persona, cara a cara, de procesos tan laboriosos o avergonzantes para algunos como es decirle a un chic@ que te gusta o, a la inversa, que le odias.
Junto a esta razón aparece otra que favorece esta práctica: la teoría de los seis grados de separación. Debido a Internet, estos eslabones se ven reducidos significativamente desde los inicialmente planteados por Frigyes Karinthy en su novela de los años 20, Chains. De lo que se deduce es que, por medio de unas redes sociales que nos interconectan con personas del otro lado del globo con tan sólo un enlace virtual, se puede acabar conociendo y, por tanto, intentando ligar con cualquier persona del globo. De este modo resulta bastante frecuente entablar conversación con algún vecin@ que te cruzas todas las mañanas antes por internet que por la calle.. Tan sólo hace falta tener un amigo y, a partir de ahí, con la lógica del hipervínculo tan característico en internet, podrás llegar a casi cualquier persona que posea un ordenador enganchado a la red.
Esto alienta a cualquiera: ¿quién desprecia un sistema por el que, quién sabe, se puede conocer a la amiga del amigo de Elsa Pataky? Así, junto a las redes típicamente sociales (entre las que se incluyen facebook, tuenti, fotolog) y aquéllas en las que además existen intereses temáticos dispares (MySpace) o definidos (MyChurch o Xing), además de otras propuestas curiosas como la favorecedora de la comunicación intergeneracional abuelosenred.org, y la simuladora virtual Second Life, aparecen las destinadas al contacto con fines románticos, amorosos o, en gran cantidad, sexuales. Éstas últimas páginas proliferan cada día con más fuerza. Tanto, que en España más de 6 millones de usuarios están registrados a alguna de las dos empresas web más importantes de este sector: Match.com y Meetic. Sin embargo, existen muchas más: amorenlared.com, be2.es, dejatequerer.com, granamor.com, friendscout24.es...
Sin embargo, la diferencia de estas webs con las redes sociales "convencionales" es que su uso no es gratuito. El usuario se podrá registrar sin pago alguno pero si posteriormente uno quiere empezar a poner en práctica sus dotes de seductor (o no seductor, según se mire), será el momento en el que se deberá desembolsar unas sumas que oscilan, por mes, entre los 20 y 30 €. Otro factor a tener en cuenta respecto a la tarifa es el sexo del usuario. Mientras que en GranAmor al hombre un mes le saldría por unos 25 euros, a las mujeres se les ofrece el servicio gratuitamente. Esta disparidad conlleva una deducción: los hombres consumen más estos servicios.
Sin embargo, estas webs no van dirigidas, pese a lo que se pudiera pensar, a adultos maduros o a personas sin estudios, dado que su nivel de efectividad es bastante alto. De hecho, las páginas para encontrar pareja tienen cada vez más éxito entre los jóvenes solteros. El perfil del usuario medio corresponde al de una persona de entre 30 y 35 años (y en descenso), con estudios universitarios, internauta habitual y residente en áreas urbanas.
Así que, como ya predijeron Tam Tam Go en su "Atrapados en la red" en la época en la que las redes sociales solon se podían atribuir a los todavía rudimentarios e insulsos chats, el amor en la red es una realidad latente.
Fuentes: Wikipedia YouTube http://www.consumer.es/web/es/tecnologia/internet/2007/02/14/159917.php http://www.elmundo.es/elmundo/2009/02/14/valencia/1234597380.html
Sin duda, Google es el gran gestor actual de la información por internet; pero, ¿hasta dónde llegarán sus tentáculos en ese futuro que se intuye tras las absorciones de tantas otras plataformas digitales y la creación de un software (en muchos casos copiado) que, dado su alto poder de difusión por la red, nos llega casi sin desearlo?
La respuesta parece ser clara en el vídeo EPIC 14, según el cual se mantiene que la existencia de la información y los informadores ajenos a Google están condenados a la desparación en un lapso de tiempo insólitamente corto.
Con un tono impersonal, este cortometraje nos habla de un futuro desolador, en el que la red quedara definitivamente en manos de un solo organismo y que, aunado a la tecnología de localización y rastreo que operan los teléfonos móviles, cuyo internet también sería 100% Google, desembocaría en una sociedad controlada hasta en los detalles más nimios, una sociedad que, lógicamente, se iría acostumbrando progresivamente a este subrepticio dominio y, por tanto, una sociedad en la que el Gran Hermano orwelliano existiría por su capacidad de control pero, sobre todo, por su capacidad de eliminar toda aquella competencia que le pueda suponer un perjuicio. No hay que pasar por alto que el mayor problema que entraña la supremacía de Google no reside en que vaya creciendo y que cada vez su dominio sea más intenso y feroz, sino en que, por definición, es en su seno en el que se decide la actividad de todo el resto de la red (o al menos del resto de la red en el que cabe esperar una esperanza). Google, al ser el punto de partida de toda búsqueda y navegación posterior por internet, posee intrínsecamente una capacidad de gate-keeper que predestina sin modo de escape las páginas que vemos y las que no vemos. Si, como parece, en el futuro lo normal será que esta selección se haga de un modo personalizado a través de las bases de datos que controlan los automatismos y robots de la empresa, la situación se agravaría: el pluralismo y facilidad de difusión que supuestamente nacieron con el concepto de la red virtual se verán destruidas ante una empresa que los monopolizará.
Asimismo, la información periodística tradicional que, junto al periodista irá desapareciendo, se verá relegada por una que se recibirá de un modo filtrado a través de unos mecanismos que, para más inri, serán simples algoritmos industriales para acallar nuestras cada vez más anquilosadas necesidades informativas y convirtiéndolas en unas de tipo trivial y sensacionalista. Este futuro va camino de convertirse en real tras los 4 o 5 años transcurridos desde que se publicó el susodicho vídeo. Google ha adquirido el más famoso portal de vídeos de internet (YouTube), ha suplantado las aspiraciones de otras iniciativas de correos electrónicos y redes sociales con macroentornos como el de Gmail y llevado a otras a cabo en terrenos que se suponían competencia de otras organizaciones (Google Maps, Google Earth, Picasa, etc.).
Al hilo de ello se encuentra otro problema: el de la anulación de los demás medios comunicativos por medio de su control. La televisión y la radio, y no sólo la prensa escrita, pueden adscribirse (y lo hacen) en el entorno virtual. Esto conlleva a que el lógico aglutinamiento de aplicaciones en una misma herramienta propicie una consecuente digitalización y divulgación virtual de este contenido que, en principio, podría aparecer como la alternativa a Google. Sin embargo, teniendo en cuenta que Google puede también controlar el acceso a estos medios, en el momento que le dé a dicha empresa por adquirir o crear medios televisivos propios, esta competencia también se verá amenazada.
Incluso música y cine se empiezan a consumir más en los formatos digitales que en los analógicos. Las películas ya se descargan de internet y, por supuesto, la música. Esto entraña otra amenaza: el de los derechos de autor. En YouTube (propiedad de Google) son innumerables los ejemplos de vídeos y músicas que sortean el control del derecho intelectual. Con la excusa de que cada usuario puede subir sus propias imágenes... Esto ha supuesto que las productoras tengan que negociar con estas plataformas (que, cómo no, suelen estar asociadas a la empresa Google) lo que ya inicia otra senda de disputa que se antoja para los próximos años: el daño que supone al mundo de la cultura.
Es cierto que la difusión aumenta, pero proyectos como el de Google Books (la digitalización de las bibliotecas) o el que se está iniciando alrededor del mundo de las artes plásticas (un ejemplo es el de las reconstrucciones virtuales de los cuadros del Museo del Prado) conllevarán, además de poseer ases en la manga (como la difusión intencionalmente parcial de los textos con derechos de autor, con la excusa de no perjudicar a éstos), a un abandono de las más engorrosas visitas a los museos y a la progresiva introducción del libro electrónico, compatible con los textos descargados, con la consecuente destrucción o conversión de la industria editorial, así como la autoasunción de Google como valedor y salvaguarda de la cultura, rol que, personalmente, prefiero que no sea adoptado por una única y todopoderosa empresa (y con empresa me gustaría que se vieran asociadas todas sus connotaciones negativas por motivos económicos y de influencia).
Por tanto, pese a mi opinión de que dicho control totalitario tendrá lugar, pero en un periodo temporal más dilatado, exiten motivos de sobra para pensar en que si no existe una debacle económica que acabe con la hegemonía cibernética de Google, el futuro ciertamente no pinta muy bien al respecto.
Para finalizar, y con un tinte de momento aún de ciencia ficción (por implicar la utilización de un desarrollo de la tecnología que nos permita compartir la memoria y experiencias mentales), os dejo otro vídeo con similar estrucutura al de EPIC 14 que, además, trata también el tema de los derechos de autor y los demás medios audiovisuales (supongo que a raíz del fenómeno YouTube, posterior al primer vídeo presentado).
Soy Daniel Martos, estudiante (en estos momentos) del 2º curso de Comunicación Audiovisual en la Universidad Carlos III. Este blog forma parte de las prácticas que he de realizar para la asignatura de "Periodismo en la red".
Como ya habréis supuesto por su título, la temática del blog versará sobre el cine. Un intento de analizarlo y comprenderlo en la actualidad por medio de una retrotracción a trabajos pasados, a las vidas de algunos de sus creadores más importantes del hoy cinematográfica y a eventos sobre esta temática de interés para el aficionado al 7º arte. Así, aunque también hueco para ello, esta página no contempla como objetivo tanto una crítica fundamentada o más o menos profunda como el querer comprender, por medio de artículos y recuperaciones del pretérito, cuáles son algunas de las raíces más firmes e interesantes de lo que hoy podemos ver en las pantallas de cine y de los procesos que mueven y hacen evolucionar a la industria cinematográfica.
De esta forma y bajo esta premisa (que he de decir que en ciertos momentos se verá perturbada por exigencias de la asignatura que supone la razón de ser de este blog), sed todos bienvenidos.
PD: ni que decir tengo que todo aquel comentario y crítica serán tan bien recibidos como sus autores.
Aquellos fragmentos de texto en azul cyan significan ser un spoiler o, lo que es lo mismo, el destripamiento de toda (o parte de) una película. Por ejemplo, que os cuente que al final de <<El Sexto Sentido>> Bruce Willis resulta ser un muerto al que sólo el niño puede ver es un spoiler.