El pasado 22 de Febrero, la gala de los Oscar tuvo lugar en el Kodak Theatre de Los Angeles. Los premios, que para servidor han sido injustamente benevolentes con la 'Slumdog Millionaire' de Danny Boyle, son el fruto de meses de trabajo de selección de las películas presentadas por cada productora y de organización, envío, recepción y contabilización de la votación de los más de 5.800 miembros de la Academia de las Artes y de las Ciencias Cinematográficas, cuyo resultado será el que los presentadores de la gala pronunciarán ante el júbilo del auditorio y el gozo del oscarizado.
Por tanto, considero oportuno realizar una telescópica vista de pájaro de todo este proceso previo a la entrega del premio:
1. El momento de la selección: como dice Ignacio Darnaude, vicepresidente ejecutivo de marketing internacional de Sony Pictures, la historia de Hollywood está llena de "grandes interpretaciones que han pasado desapercibidas, o por falta de apoyo del estudio a la película, o porque el actor o actriz no han hecho la campaña y el arduo trabajo que se necesita para que los votantes de la Academia vean su interpretación".
La organización de los Oscars consta de un largo proceso de trabajo que se inicia en el mes de noviembre, cuando las grandes empresas cinematográficas y los distribuidores importantes envían sus películas a la Academia con el fin de que sus productos sean vistos por cada uno de los miembros.
Ya delimitadas las cintas con opciones a aparecer nominadas, y habitualmente dando comienzo a la temporada de estrenos de estos films (pese a que en España ésta suele trasladarse a Enero por razones obvias de doblaje y distribución), es el momento de intensificar las campañas publicitarias y de marketing para promocionar estas películas así como a todo su aparato y personal técnico y artístico. En estos momentos no hay tanta diferencia entre un candidato a ganar un Oscar y un candidato a la presidencia. Según un contrato que puede ser explícito o implícito, la estrella tiene que recorrer programas de televisión, responder a todo tipo de entrevista con una sonrisa en la cara y acudir a todo tipo de fiestas, eventos y festivales de cine, como el de Palm Springs que se celebra a mediadios de Enero, o los ya más tardíos NBR, BAFTA y Globos de Oro (en los que, para entonces, las nominaciones ya estarán fijadas). Hacerse ver es fundamental: se tiende a preferir la saturación cuantitativa al cuidado cualitativo; la competencia es mucha y no es fácil permanecer en la retina.
Ídolos renaciendo (Robert Downey Jr. o Mickey Rourke), nuevas sophias lorens del S. XXI (Penélope Cruz), coloridos desfiles de niños del tercer mundo (Slumdog Millionaire), fanfarronerías conyugales (Brad Pitt y su Angelina Jolie)... En fin, en esta etapa se aprovecha todo.
Sin embargo, todas las prácticas no están permitidas. Por ejemplo, está prohibido que los estudios organicen fiestas -y mucho menos bacanales- con los actores o manden regalos "bienintencionados" a los miembros de los Oscar. Lo más recurrente: invertir fortunas en publicidad en revistas especializadas como "Variety" o aparecer en revistas de moda, regalar las películas en DVD (no como obsequio, sino como material de apoyo) al mayor número de votantes. Si la peli en cuestión es de habla no inglesa, un documental o un corto, se debe arrastrar a todos los académicos posibles para que vean todas las películas candidatas en esas categorías. Si se saltan una sola de estas categorías (especiales en cuanto al sistema de voto), pierden el derecho a voto.

2. Recuento de los votos: una vez presentadas las nominaciones a finales de Enero o en la primera semana de Febrero, pertinentemente realizada por los seleccionadores designados, comienzan las votaciones. En el caso de este año, el día 29 de Enero partieron los 5.810 sobres desde la sede de la Academia, situada en Beverly Hills, destinados a las diferentes direcciones en 31 países de los miembros académicos. El contenido de dicho sobre: una sencilla hoja de papel que contiene alfabéticamente los nombres de los candidatos, ordenados en 24 categorías.
Las votaciones se hacen por gremios, es decir, los maquilladores votan a los maquilladores nominados, los actores a los actores, guionistas a guionistas, etcétera. Esto restringe las votaciones a grupos más o menos reducidos. Por ejemplo, 375 directores son los que seleccionan al ganador en esta categoría. Excepto para el premio a la mejor película, en donde participan todos los 5.810 miembros. Éstos tienen que marcar sus elegidos y devolver las papeletas antes del 17 de febrero a PriceWaterHouseCoopers (PWC) para que empiecen a contar.
Existe otra excepción: tanto en las nominaciones como en la decisión definitiva, los filmes extranjeros, los cortometrajes y los documentales se rigen por otro sistema. Cuatro comités, de unos 70 a 80 miembros de la Academia, se reparten el visionado de una cuarentena de películas, de las que sale una lista de preseleccionados. A partir de ésta, un comité de supervisores (elemento introducido en las últimas ediciones), se encarga de redactar la lista final.
El encargado de supervisar todo el proceso es la empresa PriceWaterHouseCoopers (PWC). Esa agencia se ha encargado desde hace 75 años de procesar los votos de los Óscar y mantener en secreto los nombres de los vencedores, una información delicada que sigue manejándose de forma tradicional por temor a posibles filtraciones.


Únicamente dos personas, Brad Oltmanns y Rick Rosas, responsables de PWC en Los Angeles, eran los sabedores de los nombres de los que se llevaron la estatuilla oficialmente en la ceremonia que tuvo lugar el 22 de febrero. Como medida de precaución Oltmanns y Rosas cumplen con el ritual de memorizar el nombre de los galardonados. Bruce Davis, presidente de la Academia, insistió en lo cuidadoso del proceso:
"El recuento lo hace gente con papel y lápiz porque no queremos que esos datos estén en un formato que alguien pueda piratear y reventar todo el programa sabiendo quién gana los premios dos días antes"
El sistema de recuento no es para nada simple, puesto que sigue el sistema preferencial. Por este motivo, es de vital importancia establecer el orden de favorita a la que menos. Lo que cuenta es el rango: grosso modo, los aparecidos en primer "puesto" se van contando por pilas separadas, si en caso de no existir un vencedor con una mayoría absoluta, se hará otra vuelta con las segundas opciones, etcétera. Por eso, aunque el miembro de la Academia valorase otras películas y, por qué no, acumulase más votos pero en puestos menos altos, la película ganadora suele ser la que aparece con mayor frecuencia en las dos primeras posiciones. Empleado en política, este sistema se considera más democrático y permite que gente pueda votar para un tercer partido en países que tengan un gobierno bipartidista. Aquí, sin embargo, puede conseguir que aquellos filmes colectivamente más arraigados y preciados, se vean fagocitados por los que más impacto haya infligido en un colectivo mucho menor (caso que creo se ha dado con la ganadora de este año, Slumdog Millionaire).
Los resultados nunca se llegan a conocer. Nadie supo cuál fue el segundo filme más votado, aquél que quizá perdiera por dos votos. Excepto esos dos hombre de PWC, ya mencionados (Rick Rosas y Brad Oltmanns), que en un momento de la gala de los Oscar siempre aparecen embutidos en un smoking y que enseñan su maletín negro impoluto a las cámaras. La curiosidad asalta hasta al presidente de la Academia:
"Claro que me gustaría conocer el orden final en el que quedaron las películas. Es pura curiosidad."
http://www.abc.es/20090224/cultura-cultura/ceremonia-oscar-recupera-audencia-200902241315.html
http://us.starmedia.com/entretenimiento/oscar_2009/la_academia_envia_los_sobres_para_elegir_ganadores_del_oscar_273916.html
http://www.cinenganos.com/la-votacion-por-el-oscar/
http://blogs.20minutos.es/sinefectos/post/2008/02/20/la-semana-los-oscar-asaa-funciona-academia-y-se-elige-a
http://www.libertaddigital.com/profesionales/y-los-oscars-son-para-pricewaterhousecoopers-1276351050/
http://www.publico.es/agencias/efe/195426/academia/hollywood/envia/sobres/elegir/ganadores/oscar

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